Nunca sabremos cuando vamos a partir,
cuando dejamos este mundo para ir a otro, si es que lo hay.
Yo creo en el alma, en las energías, y
en los espíritus. No soy de religiones ni esas cosas... pero creo
que hay un mundo paralelo al nuestro que nadie nunca entenderá en
esta vida terrenal. Y aún así cuando parte alguien incluso que no
conozco tengo sentimientos hacia el, siento pena, siento dolor. No
veo esperanza en ese momento y maldigo! y me cago en la injusticia de
la vida! . Por eso siempre me ha dado mucha envidia la gente que
tiene fe de verdad. Aunque crea que son unos locos, me da envidia.
Porque se aferran a que algún día nos podamos juntar con nuestros
seres queridos que tan injustamente han perdido la vida. En verdad
seria lo justo. Seria lo justo que yo me reencontrara con mi tía, o
con mi tío que tanto añoro, con mi hermana o con mi perra laica que
me llevaba a caballito por toda la casa. Ojalá hubiera un cielo, un
cielo donde estaríamos todos cuando nos vallamos de aquí. Un cielo
que nos recompensará las injusticias que se comenten en la tierra.
Nadie nunca nos asegurará nada. Ni los ateos, ni los cristianos, ni
yo misma. Solo tenemos la posibilidad de vivir y seguir. Pero hoy más
que nunca de ayudar, de ayudar al de alado de querer hasta a tus
enemigos y de dar tu vida por alguien o algo que ames con todo tu
corazón o no. En eso si creo, en el amor, el amor hacia todo lo que
nos rodea y del que muchos aveces sin razón no quejamos.
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