lunes, 9 de septiembre de 2013

El último recuerdo de lo poco que me hacías feliz.

Me da pena pensar en como las personas que han sido tan importantes en mi vida salen de ella sin piedad. Y ni siquiera me refiero en el sentido literal, dejar de verse dejar de hablar. Si no de cómo pueden llegar a salir de tu corazón y de tu mente. Aunque duela pensar en ellas, o aunque no duela pero su recuerdo, mis ilusiones y sueños que no van a ser cumplidos estaban vivos. Pero un día de repente, se esfuman. Se esfuman sin piedad, ni dolor. Y te quedas con la cara de Mona Lisa. Piensas que todo a sido un sin sentido. ¿Y para que tantas noches en vela y tanta tristeza acumulada en la almohada?. No te gusta no soñar. No te gusta olvidar y más cuando olvidas sin querer. ¿Quién tendrá la culpa de esto? ¿La tendré yo? ¿La tendrá el tiempo que supuestamente todo lo espanta?
No lo se, pero me asusta y me deja mal cuerpo. Por qué no me gusta que las cosas no sirvan para nada, ni siquiera para mantener un mínimo de recuerdo vivo.
Y no se si esto le pasa a las demás personas, creo que nunca he hablado de esto con nadie.

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